Zhou Jiahao recordó lo que había dicho el especialista:
—Srta. Zhou, considerando la situación de su hermana, solo un trasplante de corazón puede salvarla, pero dicha cirugía conlleva un enorme riesgo, y no es fácil encontrar un corazón adecuado. Necesitamos encontrar un donante compatible antes de poder proceder.
¿Iba a perder a Yaya también?
Todo lo que quería era que Yaya se quedara con él.
—Si te gusta, pruébatelo y deja que tu hermano lo vea. Muéstrame cuán bonita es nuestra Yaya.
Al escuchar decir esto a Zhou Jiahao, Zhou Qinya corrió feliz a cambiarse.
—Mama Liu, ¿ha habido algún incidente en casa últimamente? —preguntó Zhou Jiahao, perezosamente recostado en el sofá, jugueteando con su corbata.
Mama Liu no se atrevió a ocultar nada.
—Hace algún tiempo, la joven rescató a un hombre del mar. Sufre de amnesia debido a una lesión en la cabeza y tiene la pierna rota.