El Viejo Maestro Zhao oyó el sonido de unos golpes en la puerta.
Lleno de emoción, pensando que era su hija regresando a casa, se apresuró a abrir la puerta, solo para encontrarse con Ahao.
Aun así fue una sorpresa agradable.
—Ahao, ¿qué te ha pasado en la pierna y en la frente? —El Viejo Maestro Zhao notó la pierna y la frente de Yun Hao.
—Abuelo... Abuelo... —El Pequeño Huzi, viendo que el Viejo Maestro Zhao no había regresado a la habitación por un rato, caminó a trompicones con sus pequeñas piernas.
Yun Hao vio a su padre y a su hijo y se sorprendió. Este era su hijo.
Sin embargo, nuestro Pequeño Huzi miraba fijamente a este extraño.
—Pequeño Huzi, este es tu papá. Dile 'papá'. —Aun así, el Pequeño Huzi seguía mirando fijamente a Yun Hao.