La maraña en su corazón durante tantos años se había deshecho, pero cambiar sentimientos de resentimiento que se habían acumulado durante tantos años no podía suceder tan rápidamente.
—Esposa, ¿continuarás con tu negocio mañana? —Ante esta pregunta, Meng Yunhan solo pudo responder honestamente:
—Probablemente sí.
Vender panecillos es solo temporal.
Durante las vacaciones de verano, podría ser posible alquilar un local para vender cosas, en ese momento ella podría vender fideos fríos y gelatina de frijol mungo y similares.
En cuanto a la ropa, sin la tela, solo puede esperar con anticipación.
—Esposa, hace tanto frío, ¿por qué no nos quedamos en casa y haces tus manualidades? —Realmente odiaba ver a su esposa soportar el frío.
Sin embargo, Meng Yunhan argumentó lógicamente:
—Ya les he prometido, y no puedo faltar a mi palabra. Eso es lo más importante en el negocio.
Aunque las palabras de su esposa tenían mucho sentido.