—¿Viruela? —La multitud palideció con el shock.
Yang Mengchen entendió que aquí, a diferencia de los tiempos modernos, la viruela era considerada una enfermedad incurable. Además, podía transmitirse a través del tracto respiratorio y se propagaba extremadamente rápido. Una vez que se descubría una infección por viruela, el infectado debía ser incinerado inmediatamente. No era opción el entierro; el cuerpo tenía que ser quemado.
Luchando por estabilizar su mente inquieta, Yang Cheng'an dijo con voz profunda:
—Novena Hermana, iré contigo.
—¡Yo también voy! —Long Ruoshui, Yao Chuanbai y otros casi corearon al unísono.
Después de pensarlo, Yang Mengchen accedió a que Long Ruoshui la acompañara. Luego se dirigió a Yao Chuanbai e instruyó:
—El Condado de Dan Yang no está demasiado lejos de La Capital. Si alguien infectado con viruela corre hacia La Capital, las consecuencias serían inimaginables. Chuanbo, quédate para manejar tareas de emergencia.