La Villa de Aguas Termales una vez más se hizo famosa en toda La Capital, primero por la vigorosa promoción de todas las damas y segundo porque la cautivadora pintura de Yang Mengchen, 'Bosque de Hibisco', fue subastada por sesenta mil taeles de plata. Era una lástima que la floración de los hibiscos ya hubiese pasado, y todos no pudieran experimentarlo en persona, dejándolos suspirar de lamento.
Se decía que la Villa de Aguas Termales también contaba con vastas plantaciones de flores de ciruelo, durazno y peral, atrayendo a innumerables eruditos y literatos que enviaron tarjetas de invitación a Yang Mengchen, con la esperanza de poder visitarla cuando llegara el momento.