Capítulo 426: Carruaje

El viaje fue accidentado, pero esta vez el carruaje parecía aún más violento que antes.

El cochero pensó en silencio en revisar el carruaje una vez que volvieran, por si algo se había roto.

No fue hasta que estuvieron cerca de la Oficina de Gobierno que Qin Longyun finalmente declaró el fin de sus actividades.

Chen Yiling se vio despojada hasta la piel mientras el Señor Qin permanecía completamente vestido, su rostro volviéndose aún más encantador y atractivo.

El único consuelo era que la luz dentro del carruaje era muy tenue, por lo que probablemente Qin Longyun no podía ver con claridad.

—Cariño, has trabajado duro. Déjame vestirte —dijo alegremente Qin Longyun.

—Señor, Señora, hemos llegado —anunció respetuosamente el cochero.

Chen Yiling hizo un puchero y dijo —Me duele la espalda, y tengo las piernas tan débiles que no puedo caminar.

Más importante aún, su ropa estaba completamente desordenada, y cualquiera con ojos podría decir lo que acababan de estar haciendo.