Fuera, Tan Zhenghong caminó una gran distancia de un tirón antes de finalmente detenerse.
—¿Todavía eres mi esposa? —preguntó Tan Zhenghong con cautela.
—Eh, Tío, ¿tienes algún caramelo? —preguntó Qiao Duo'er, inclinando la cabeza, luciendo completamente tonta.
No necesitaba siquiera fingir a propósito, ya que esta expresión estaba profundamente grabada en su mente, pues el cuerpo original había pasado casi toda una vida con ella.
En ese instante, el corazón de Tan Zhenghong se hundió hasta el fondo, sus ojos llenos de pánico.
Esta no era Qiao Duo'er, no era su esposa.
¿Podría ser que su esposa hubiera sido verdaderamente ahuyentada por el Papel del Talismán de Agua? ¿Qué sentido tenía entonces su vida?
Viendo la situación, Qiao Duo'er dijo rápidamente:
—Esposo, no me asustes. Yun Xu solo está jugando con supersticiones, ¿cómo puedes creerle?