El Águila ejerció toda su fuerza, arrastrando obstinadamente a las dos personas hacia adelante, dejando profundas marcas en el suelo.
Qiao Duo'er apretó los dientes; sabía que ella y Tan Zhenghong no podrían resistir mucho más.
Pero si este Águila no moría hoy, seguramente buscaría una oportunidad de venganza en el futuro, lo cual era un orgullo inherente de las Águilas.
Qiao Duo'er reunió todas sus fuerzas para sacar su daga; la sangre cálida que salpicó en su rostro encendió todas sus células de lucha.
¿Qué más daba si podía tener una buena pelea y morir junto a Tan Zhenghong?
Esta resolución instantáneamente restauró a Qiao Duo'er a su máxima fuerza, y la daga se clavó una vez más en el pecho del Halcón, ¡justo donde estaba su corazón!
Pero eso no fue suficiente; después de que Qiao Duo'er retiró la daga, volvió a abrirle la garganta.
¡Si no moría por eso, bien podría considerarse un espíritu!