Chen Yiling tenía una tarea más después de mudarse con Qiao Duo'er, y era acompañar a Chen Yiling en sus paseos.
Es beneficioso para las mujeres embarazadas caminar ya que ayuda en el parto, así que ella insistía en salir media hora cada día.
Qiao Duo'er frotaba sus manos —Este maldito clima está demasiado frío. Si no fuera por esta cosita, ¡definitivamente estaría escondida en casa y no iría a ningún lado!
—Debes estar congelándote porque Tan Zhenghong no está aquí para calentar tus manos —preguntó Chen Yiling con picardía.
De lo contrario, ¿cómo es que no había escuchado a Qiao Duo'er quejarse cuando fueron al pueblo la última vez?
Pero por traviesa que fuera con sus palabras, todavía le pasó a Qiao Duo'er su calientamanos.
Las mujeres embarazadas tienden a tener calor fácilmente, y después de sostenerlo un rato, sus palmas estaban todas sudorosas.
Qiao Duo'er decía preocupada —Estás llevando un niño ahora. Si sientes frío, avísame enseguida, yo estaré bien.