Lin Yuan fue atraída hacia un abrazo, y Xia Zheng plantó un beso feroz en su frente, con los ojos llenos de afecto y sorpresa.
—Yuanyuan, ¿te das cuenta de lo sensacional que será tu método una vez implementado?
Dejando de lado el tema de ganar dinero, solo el aumento en la eficiencia y reducción de costos, permitiendo que cada estudiante en la nación tenga acceso a libros, es suficiente para ganar un mérito significativo ante los ojos del Emperador.
No, una oportunidad tan excelente no podía desperdiciarse. La mente de Xia Zheng giró rápidamente; antes de que la Princesa Anle se marchara, había insinuado que debía encontrar una ocasión adecuada para asegurar un estatus para Lin Yuan. Y ahora, ¿no estaba esta maravillosa oportunidad justo frente a ellos?