—Hablas como si lo hubieras visto con tus propios ojos, pero con este clima helado, ¿cómo puede haber un lugar cálido? De lo que estás hablando debe ser una casa con calefacción instalada. ¿No tiene una nuestro jefe del pueblo? Al principio, yo tampoco lo creía, pero cuando fui ayer a hacer una visita de Año Nuevo, realmente sentí el calor. Este invierno, le pediré al Viejo Maestro Sol que me instale una a mí también para que toda nuestra familia pueda estar cálida.