Capítulo 361: El lobo arrastró a la oveja de vuelta a su guarida.

Shen Mianmian sí tenía una manta de repuesto, aunque era una manta de verano y no muy gruesa, pero cubrir a Lu Siyuan con ella no debería hacerle sentir frío, el cuerpo del joven desprendía bastante calor.

—Después te traeré una manta, recuerda lavarte los pies antes de irte a la cama —dijo Shen Mianmian.

—Pues préstame un par de zapatillas, no puedo lavarme los pies con estos zapatos, se mojarán —habíendose vuelto bastante familiar con Shen Mianmian, Lu Siyuan no se andaba con ceremonias, pidiendo lo que necesitaba, sintiéndose como si estuviera en su propia casa.

—¿Tienes pie de atleta? —preguntó Shen Mianmian.

—Solo un poco de olor a pies cuando sudo, no pie de atleta.

—Entonces no te quites los zapatos antes de haberte lavado los pies.

Xiaocui se divirtió con su conversación y sacó sus zapatillas del cuarto —Siyuan, ¿por qué no usas mis zapatillas para lavarte los pies? Calzo treinta y ocho, Mianmian calza treinta y seis, dudo que puedas entrar en los suyos.