La noticia de la liberación de Gu Changqing sin cargos creó olas de sorpresa en Ciudad Capital. Muchos estaban inseguros acerca de muchos detalles; por ejemplo, el hecho de que Tang Ming había sido agredido dentro de su propia residencia. Pero a pesar de todo, Gu Changqing había, de hecho, cortado el brazo de Tang Ming.
¿Realmente podría ser perdonado sin ningún castigo?
El Viejo Marqués también lo encontró extraño, sospechando que quizás hubo un error en la información proporcionada por el Ministro Wei.
Se apresuró a volver a la Residencia del Marqués, solo para descubrir que Gu Changqing había, de hecho, ya regresado y estaba actualmente aseándose en su habitación.
Después de haber pasado tantos días en la sala de castigo, estaba tan desalentado que no había prestado atención a su propia apariencia. Solo cuando se miró en el espejo de bronce se dio cuenta de lo aterrador que debió haber parecido esa noche cuando fue a Callejón Bishui a buscar a Gu Yan.