El cerebro de Wei Qingwan comenzó a trabajar rápidamente.
Ella podía ver el nivel de preocupación que Rey Yu tenía por asuntos concernientes a Wei Qingruo. Si pudiera proporcionar información útil, seguramente sería una buena oportunidad para obtener algunos méritos ante sus ojos.
Sin embargo, como todos los demás, no estaba clara acerca de las experiencias pasadas de Wei Qingruo. Si inventaba historias y decía algo incorrecto, podría tener consecuencias negativas.
Tras pensarlo, Wei Qingwan decidió que sería más seguro elegir una respuesta cautelosa, una que no llevase a errores.
Así, Wei Qingwan declaró:
—Cuando mi hermana era joven, era enfermiza. Mis padres siguieron el consejo de un adivino y la enviaron al campo para recuperarse. Durante ese período, aprendió de los agricultores locales sobre el cultivo y también estudió por un tiempo con un maestro artesano.