—Me lo dio mi padre el Emperador antes de que dejara Pekín hace tres años —afirmó Wei Jinyi.
Antes de que Wei Jinyi dejara Pekín hace tres años, había confesado su enfermedad falsa al Emperador Daxing junto con sus planes e intenciones.
Después de enterarse de esto, el Emperador Daxing no lo reprendió, sino que le entregó este edicto.
Wei Jinyi, en aquel entonces, no albergaba intenciones de ascender al trono, y aun así el Emperador Daxing le confió este edicto.
El Emperador Daxing dijo que si no quería usarlo, nadie sabría de su existencia mientras él no lo mostrara.
Si lo necesitaba en el futuro, el edicto legitimaría su reclamo.
Cuando Wei Jinyi recibió el edicto por primera vez, no pensó mucho en ello. Ahora, en retrospectiva, entendía la profunda consideración y preocupación del Emperador Daxing.