—¿Cómo podrían estos reporteros negar todos sus logros pasados solo porque una vez tomó prestada la propuesta de alguien más?
—¡Ella escribió eso por sí misma!
—¿Qué tenía que ver con Si Fuqing?
—Otro reportero le pasó el micrófono —Señorita Zuo, los internautas también preguntan si has usado algún método especial? Se dice que hay remedios populares como pedir prestada suerte o vida...
—Zuo Xianyu recordó las palabras supersticiosas de la señora Zuo mayor, sudando frío.
—¡No sé! ¡No sé nada! —gritó fuera de control.
—Sin perder ni un segundo más, Zuo Xianyu se abrió paso entre los reporteros y corrió hacia el aeropuerto.
—Las televisiones del aeropuerto aún transmitían noticias sobre cómo ella robó los logros de Si Fuqing.
—Otros pasajeros la miraban, murmurando entre ellos.
—Zuo Xianyu apretó los puños, respirando agitadamente.
—¡Tenía que pedirle aclaraciones a la señora Zuo mayor esta vez! —exclamó.
—Al día siguiente, al mediodía.