El cuerpo de Meng Xue se volvió frío.
Sus dedos temblaban, y miraba con incredulidad a la persona frente a ella.
Si Fuqing percibió la mirada de Meng Xue, inclinó levemente su cabeza y apretó más fuerte la garganta de Meng Xue.
Otra mano de repente aterrizó en el hombro de Meng Xue y lo pellizcó.
Un sonido crujiente de huesos rompiéndose resonó y Meng Xue jadeó de dolor, un sudor frío le brotaba en la frente. —Si Fuqing, ¿qué estás haciendo? ¿Has perdido la razón? —jadeó Meng Xue.
La mirada de Si Fuqing era turbia y lentamente apretaba de nuevo el hombro izquierdo de Meng Xue.
Otro "crack" resonó.
Meng Xue gritó, —¡Si Fuqing!
Si Fuqing simplemente inclinó su cabeza, como evaluando un juguete.
Este gesto confirmó que realmente estaba ebria.
La mente de Meng Xue zumbaba, recordando lo que el asistente ordinario de Si Fuqing había dicho.
Beber con Si Fuqing podría llevar a la muerte.