Joven Emperador Yin, Frente a Ji Qingwei Directamente (2)

—Si Fuqing observaba detenidamente; aunque pronunció esas palabras, no había ni un ápice de suavidad en su mirada.

—Él no la creía.

—Era comprensible.

—¿Cómo podría un emperador permitirse confiar en otros tan fácilmente?

—A la edad de nueve años, poseía una madurez más allá de sus años. Vestido con atuendo sencillo, no obstante, emanaba una presencia imponente que era convincente.

—Si Fuqing de repente recordó una descripción que le iba perfectamente.

—Este joven parecía haber nacido con un rostro que desafiaba al mundo.

—¿Qué eran las diez provincias para él?

—Si elegía luchar, combatiría en todas direcciones,

—Evidentemente, el joven emperador que dominaría el mundo y extendería sus conquistas al Continente Occidental ya mostraba signos de su futura grandeza en ese momento.

—Nació para ser un gobernante.

—Lo demostró con su fuerza: el trono legítimamente le pertenecía.

—Y así también el mundo.