Con los rápidos reflejos de Alix, no había manera de que Mo Zijia le diera una bofetada. Ella agarró la mano de la mujer por la muñeca y la sostuvo con mucha fuerza, causándole dolor a Mo Zijia.
—Suelta, suéltame ahora mismo —ordenó Mo Zijia.
Ella elevó su voz con la clara intención de llamar la atención de los demás. En su mente, si las atrapaban así, entonces todos verían que Alix carecía de clase y que era una villana.
Majestad entró en acción rápidamente y el gato decidió jugar un juego donde picoteaba cada parte de los pies y pantorrillas de Mo Zijia que podía ver. Sus uñas eran afiladas, así que cada picote era doloroso, haciendo que la mujer se estremeciera y gritara.
Mientras tanto, Alix estaba ignorando la orden que Mo Zijia había dado. Miró hacia la derecha e izquierda buscando testigos antes de abofetear a la mujer en el lado derecho de su mejilla.