El lado del capitán.

Tras una refrescante ducha fría, Alix se acomodó para comer y hablar con su invitada, Mantis. Mantis se había ofrecido voluntaria para ser parte del detalle de escolta para Alix a cada país. Las dos habían estado trabajando juntas para golpear y robar a todas las personas que estaban involucradas en la venta de anfitriones del sistema para entretenimiento.

Estaban tras las personas ricas mientras la oficina se ocupaba de los políticos implicados, haciéndolos intocables para ambas. Mantis acababa de regresar de una misión así y estaba abriendo la comida.

Alix, que estaba usando una toalla para secarse el pelo, tenía curiosidad por saber cómo había ido la misión y, más curiosamente, cuánto había conseguido.

—¿Cuál es el botín esta vez? —dijo Alix.