Después de unos minutos de confusión y súplicas inútiles para intentar sacar sangre otra vez con promesas de ser extremadamente cuidadosos, Ning Li se rindió y abandonó la oficina.
Biming quiso escoltarla hacia la salida, pero fue detenido por Caishen.
—No le des información innecesaria, ni siquiera el nombre del doctor. Esa medicina fue comprada en el mercado negro, ¿verdad? —Biming asintió. Era una medicina en fase de prueba, no aprobada por ninguna asociación médica y solo se hablaba de ella en susurros. Por supuesto, solo gente desesperada podía conseguir acceso a ella.