Después de compartir una breve pero perspicaz conversación con el capitán, Alix se alejó de él con pensamientos preocupantes en su mente. Encontró su camino de vuelta al coche y se apoyó en el maletero mientras esperaba a que Caishen la localizara para que finalmente pudieran ir a casa.
Él había ido a desempeñar el papel de amortiguador entre Zhang An y Zhang Yong. Ella lo tenía prácticamente secuestrado con un brazo alrededor de su cuello en los asientos, esperando hasta que todos los que no eran familia se fueran antes de declarar que era la hora de la venganza.
Sus pensamientos estaban menos preocupados por la venganza de Zhang An o el chico del clima y más en Génesis. ¿Someterse o convertirse en un némesis, qué iba a ser? Había llegado tan lejos para no arrodillarse o rendirse ante nadie nunca más y por ninguna razón. No obstante, ¿tenía suficiente fuerza para luchar contra Génesis?