Alix siguió su plan a la perfección, localizando la entrada más cercana a la ciudad oculta que, por casualidad, estaba a solo dos minutos de la antigua mansión Zhang. Se encontraba dentro del baño ubicado en un parque infantil, y si su sistema no hubiera escaneado toda la ciudad, no habría sabido de ello.
En el momento en que se subió a uno de los super trenes bala y mencionó su destino, el capitán se puso en contacto con ella.
—Regresa.
—No.
—Podría ser una trampa para sacarte y que puedas ser capturada —dijo furiosamente.