—Bebé... —gimió él.
—¿Estás agotado? —ella suavizó su voz y le frotó la espalda suavemente.
—Tus hermanos son realmente aventureros y excesivamente enérgicos. No conocen el significado de la palabra moderación. Tomamos un tour submarino, caminamos por cuevas, nos fuimos a buscar comida en el bosque y nos metimos en una pelea con un grupo de monos. —Ella se rió, sin sentir ni una pizca de lástima por él. Sabía cómo eran sus hermanos y aún así los siguió, se lo merecía.
—Bebé, ¿te estás riendo de mí? —se quejó él.
—Te metiste en una pelea con monos, ¿cómo no voy a reírme? ¿Quién ganó?
—Los monos. —admitió a regañadientes y solo lo compartía porque Xiaobo de todos modos los delataría. Se podía confiar en los mayores, pero no en él.
La risa escapó de los labios de Alix.