Evelyn miraba fijamente el bulto en los brazos de Kisha con una mirada inquebrantable.
Kisha notó la intensidad de la atención de Evelyn y se volvió para encontrarse con sus ojos, solo para descubrir que estaban enrojecidos.
Ella percibió el comportamiento extraño que emanaba de Evelyn y el peso de su mirada sobre el niño. No le llevó mucho tiempo a Kisha sacar una conclusión.
En el caos de la era apocalíptica, tales cosas eran demasiado comunes, y no sorprendía escuchar a alguien decir que había perdido a un ser querido, especialmente a un niño.
Kisha dedujo que Evelyn y su esposo podrían haber enfrentado un destino similar, y la vista de un infante sin madre despertó emociones en Evelyn que Kisha no podía entender completamente.
Al nunca haber sido madre, y al haber carecido de la experiencia del amor maternal, no podía comprender completamente las etapas de sentimientos por las que Evelyn estaba pasando en este momento.