En un estado de pánico, el zombi evolucionado tipo agilidad comprendió la inminente amenaza que enfrentaba; si la lanza de Duque acertaba, sin duda encontraría su final.
Con una decisión en fracción de segundo, el zombi tipo agilidad entró en acción.
¡Zumbido!
¡Graaaaah!
Corte...
¡Crash!
En ese breve instante, la lanza de Duque solo encontró aire, estrellándose en el suelo donde el zombi evolucionado tipo agilidad acababa de estar.
Un pequeño charco de sangre negra coagulada se acumuló alrededor del punto de impacto, y el único remanente de la criatura que quedó atrás fue un brazo cercenado, todavía incrustado en la cúpula de cristal de hielo protectora que rodeaba a Rosa y a los otros guerreros.
Rosa se sorprendió por la rápida decisión del zombi tipo agilidad de cercenar su propio brazo para escapar del ataque de Duque.
Mostró una inteligencia inquietante, reconociendo la futilidad de intentar liberarse del agarre del hielo.