—¿Quién podría haber imaginado que una situación tan peligrosa se transformaría en una bendición? —murmuraba Duque mientras continuaba rastreando los caminos de su energía espiritual y evaluando su núcleo de energía—. Se dio cuenta de que se sentía más sólido que antes.
A pesar de que todavía había algunas grietas debido al uso excesivo, podía sentir una diferencia significativa en su resistencia.
—Tal vez es como un hueso que, cuando se rompe y se cura, se vuelve más fuerte que antes —reflexionaba Duque mientras dirigía repetidamente el flujo de su energía espiritual de regreso a su núcleo de energía, ansioso por confirmar su sospecha.
Una vez que estuvo seguro de sus hallazgos, abrió los ojos, una sensación de satisfacción lo invadía.
Justo entonces, su equipo terminaba de preparar una comida caliente para todos, recordándoles lo hambrientos que estaban después de un día lleno de intensas batallas, donde parecía que cada pelea podría ser la última.