La habilidad despertada de Fred lo convirtió en un excelente respaldo, por eso estaba posicionado en la retaguardia.
Como Evelyn, su resistencia se había visto afectada por la tensión continua de sus acciones desde el inicio.
Ya había infundido numerosos cartuchos vacíos durante su viaje.
Siempre que hacían una parada, Fred tomaba el tiempo para infundir de cinco a diez balas, o incluso más, dependiendo de cuánto descansaban.
Para ahora, había acumulado varios cientos de rondas infundidas, permitiéndole manejar su energía espiritual de manera eficiente.
A diferencia de los demás, no necesitaba esforzarse hasta su límite físico durante el combate.
Sin embargo, la principal desventaja era la calidad de su arma.
Cuanto más usaba su pistola, más se desgastaba, especialmente el cañón.
Después de un uso prolongado, el cañón llegaría a su límite y eventualmente explotaría.