Capítulo 511 Zombis Secados al Sol

—¿Regresó la Capitana Rosa? —preguntó uno de ellos, mirando a su alrededor.

—¡Zas!

El sonido resonó nuevamente: el ruido inconfundible de algo siendo empujado con fuerza hacia el suelo.

Entonces, lo vieron: numerosas lanzas de hielo flotando en el aire, todavía salpicadas de tierra en sus bordes, pareciendo los afilados colmillos de alguna gran bestia.

Conforme seguían la escena con la mirada, vieron a Kisha cerca, cada lanza de hielo siendo golpeada contra el suelo una tras otra con precisión.

Asombrados por la vista, todos observaron con asombro cómo su Señor de la Ciudad controlaba sin esfuerzo tantas lanzas de hielo en el aire, clavándolas en el suelo una por una.

Pero la pregunta persistía: ¿de dónde las había sacado? Todos miraron a su alrededor, buscando, pero Rosa no estaba por ningún lado.

—La Capitana Rosa sigue fuera —dijo un hombre demacrado y sin aliento, aún sudoroso por el calor, mientras se paraba cerca de una de las lanzas de hielo para refrescarse.