Una vez completada la cosecha, todos se dirigieron a la granja de animales, ansiosos por verificar el estado del ganado mutado y ver cómo Mike gestionaba su entrenamiento y cuidado.
Estaban particularmente curiosos sobre cómo los había integrado bien con el ganado normal.
Pero a Mike no le preocupaba la inspección—gracias a su talento y regalo únicos, había entrenado con éxito a los animales mutados para que siguieran todas sus órdenes.
Ya no hostiles, ahora vivían pacíficamente junto al ganado regular, comiendo la misma comida y adaptándose bien a su nuevo entorno, a pesar de su apariencia inusual.
No había habido ni un solo incidente en el que el ganado mutado atacara al normal.
Así que, cuando Kisha y los demás fueron a verificar, esto fue lo que vieron: una vaca mutada alta y masiva destacándose entre la manada normal.
Sin embargo, lo que realmente los sorprendió fue su comportamiento—estaba pastando tranquilamente junto a los demás.