Ahora, al ver a Kisha sana y salva ante él, Ethan primero pensó que estaba imaginando cosas. Había estado planeando salir de la base oculta con un pequeño grupo para buscarla en Ciudad B.
Sin embargo, al descubrir el contacto continuo de los Aldens con Kisha, él y su familia se acercaron a ellos, esperando reunir la mayor cantidad de noticias sobre ella posible.
Supieron que Kisha y Duke se habían reunido con la familia de Duke y estaban atando cabos sueltos antes de regresar a la base oculta.
Esto hizo que Ethan dudara. Si salía a buscarla, podría perderla por completo o quedar varado en otro lugar.
Estos pensamientos contradictorios lo abrumaron, impidiéndole verla por mucho más tiempo.
—H-Hola de nuevo, pequeña hermana. —Ethan corrió hacia Kisha, sus ojos fijos en ella, buscando cualquier signo de lesión. Ya estaba preocupado por su bienestar, ansioso por asegurarse de que realmente estuviera bien. Pero antes de que pudiera alcanzarla, alguien más lo adelantó.