Ella no pronunció esas cinco palabras, sino que permaneció allí en silencio, sin embargo, sus ojos lo comunicaban todo.
La chica tenía una figura alta y esbelta; desde la distancia, parecía un poco frágil.
A diferencia de los competidores de la Escuela Pública Yilan, Ying Zijin llevaba el uniforme azul y blanco de la Escuela Secundaria Verdant, sin adornos adicionales.
Sin embargo, parecía una montaña insuperable y gigantesca, inviolable e inexpugnable.
Fue con este comportamiento silencioso que informó a todos los competidores del País Hua, delegados y profesores presentes, que mientras ella estuviera ahí, todavía había una oportunidad de ganar.
Podían aceptar la derrota pero no que pisotearan su dignidad.
Por nadie.