—Hoy, puedo sentarme aquí y comunicarme con todos, hacer videos, y todo se lo debo a su ayuda —dijo lentamente Wen Tinglan—. Odié a mi hermana durante un año porque pensé que una vez que fue a la Familia Ying, disfrutando de riqueza y honor, se olvidó de mí y de papá.
—La verdad no es así.
—Durante ese año, fue maltratada por la Familia Ying, le extrajeron sangre y fue menospreciada. Cuando la vi, sus brazos estaban llenos de marcas de agujas, hechas intencionalmente.
—Más tarde, cuando fuimos capaces de contraatacar, papá y yo entendimos las dificultades que enfrentó para llegar a este punto hoy.
—Ella es mi hermana, mi única hermana —los ojos del joven eran fríos mientras añadía—. Nadie puede acosarla, nadie.
—El video terminó ahí.
—Pero los compañeros mayores y menores de Wen Tinglan sabían, había algo que no dijo.
—Si alguien se atreve a tocar a Ying Zijin, usaría la última investigación de la Universidad Norton para bombardearlos.