Pero en aquel momento, el Maestro que consultaron dijo que mientras continuara el Pedir la Fortuna, la suerte de Li Wenxuan solo mejoraría con el tiempo, y absolutamente ninguno de estos infortunios podría suceder.
Y ciertamente, los hechos demostraron que esto era cierto.
Desde el comienzo de Pedir la Fortuna, ese año Li Wenxuan tomó el examen de secundaria y, con resultados dos veces mejores que su rendimiento habitual, logró entrar a la Escuela Secundaria Afiliada a la Universidad Capital Imperial.
Sin embargo, el Maestro también dijo que Pedir la Fortuna no podía cambiar demasiado.
A Li Wenxuan no le gustaba estudiar, y no solo eso, a menudo se metía en peleas, faltaba a clase y acosaba a las chicas.
La única razón por la cual aún no había sido expulsado era debido a los nueve años obligatorios de educación.