El incidente en la carretera podría ser solo una coincidencia. Después de todo, Slater no era el único al que le gustaban las cosas llamativas y conducía un coche deportivo rojo. Quien fuera, Atlas no tenía ni idea. Sin embargo, estaba firmemente convencido de que Slater no era lo suficientemente atrevido para hacer tal cosa.
No es que Slater fuera un cobarde… solo un poco.
Pero quedaba una pregunta: ¿Por qué Slater consiguió una copia de las imágenes de la cámara del tablero?
Slater se estremeció, mirando hacia atrás a su hermano mayor como si este último lo hubiera atrapado con las manos en la masa. —¿Él me mencionó?
—Sí. Solo tengo un hermano popular cuya firma hace feliz a la gente.
—Primer Hermano, estoy seguro de que tu firma hace feliz a la gente, especialmente si viene con un aumento de sueldo.
—Slater —la cara de Atlas se oscureció—. No cambies de tema. Respóndeme. ¿Por qué?