Distinto en persona

Para asegurarse de que Slater estaría bien, Penny preguntó con renuencia a alguien que llevara a Renny al dormitorio principal. Chunchun tenía permitido deambular libremente, pero aún así fue a acompañar a su hermano. Fue sólo entonces cuando Slater pudo entrar a la casa.

Apoyado en la encimera de la cocina, Slater observaba a Penny ponerse un delantal y empezar a hacer cosas que nunca la había visto hacer antes.

—Penny, nunca supe que podías cocinar. Vaya… ¿Hay algo que no puedas hacer? —comentó, mirando de reojo a Mark en la esquina—. Y si Mark es tu guardaespaldas, ¿por qué está aquí para cuidarte? Ya estás en casa. ¿No es un poco sofocante que te siga por la casa?

—Penny le sonrió con suficiencia a su tercer hermano y respondió con orgullo—. Mark no me está cuidando. Solo quiere ver lo perfecta que soy. Sabes, no todos pueden hacer lo que yo hago: dirigir una empresa exitosa, ser hermosa y además ser una gran cocinera.