Subjetivo

Por un momento, todos solo pudieron mirar a Zoren y su espalda temblorosa. Se formaron líneas profundas en sus frentes, preguntándose qué le había pasado.

—¿Maestro? —preguntó Lloyd preocupado—. ¿Está todo bien?

Observaron a Zoren un poco más, buscando algún signo de envenenamiento. Pero entonces, ¿cómo podría estar envenenado Zoren si estaba comiendo la misma comida que se sirvió a todos?

—Señor, ¿deberíamos preguntar...? —Lloyd se detuvo cuando Zoren levantó una mano para detenerlo.

—No es necesario —. Zoren alcanzó lentamente un vaso de agua, bebiéndolo de prisa. Después de suspirar satisfecho, aflojó un poco su corbata.

Las venas en sus sienes estaban protuberantes y su frente empezaba a sudar. Zoren no dijo nada, pellizcando el puente de su nariz mientras masajeaba lentamente su frente.