Intocable

Justo cuando todos pensaban que las sorpresas habían terminado, se dieron cuenta de que estaban equivocados. Todos los ojos seguían a Penny mientras se dirigía a la mesa, cogía una uva y se sentaba en el reposabrazos de Zoren.

—En cuanto a mí, me voy a unir a mi nueva familia en mi primera cena familiar como una Pierson. Es un poco tarde, ¿pero hola? —dijo con una sonrisa.

Una dulce sonrisa se esparció en el rostro de Penny mientras se llevaba la uva a la boca, dejando a todos sin saber si estaba saboreando el sabor de la fruta o sus reacciones.

—¿Qué dijiste? —exclamó Karina, la hija de William, mostrando su incredulidad. Sus ojos iban y venían entre Penny y Zoren, quien miraba casualmente a Penny con una sonrisa.

—Esta uva está buena —comentó Penny a Zoren, quien asintió—. Deberíamos llevarnos algunas a casa después.

—Claro —asintió de nuevo Zoren antes de inclinar la cabeza, mirando a William por encima del torso de Penny—. ¿Tú decías?