Estoy bromeando

—¿Estás bien? —Zoren observaba a su esposa caminar de un lado a otro, sentado en el sofá del salón.

Ya era tarde y, normalmente, Penny y Zoren deberían haber estado encerrados en su dormitorio, haciendo el amor. Pero aquí estaban, en el salón, porque su esposa estaba preocupada por alguien.

—Renren, ¿no te preocupa Mark? —Penny se detuvo y clavó sus ojos en Zoren.

—¿Por qué debería?

—¡Hah! —bufó, dejando caer sus manos a los lados y luego saltando a su lado—. Lo envié a representarme en la reunión con Lily, y te dije que casi lloró y me suplicó que no lo hiciera. Así que me preocupa porque ya es tarde y ¡todavía no ha vuelto!

—Zoren parpadeó, mirando a su esposa—. ¿Vas a estar así cada vez que nuestros cuatrillizos lleguen tarde a casa?

—¿Qué?

—Necesito saberlo para poder planificar su toque de queda.