¿Estás seguro de que estamos buscando en el lugar correcto?

Zoren no se había dado cuenta hasta ahora de que sus problemas de vista no eran suficientes para impedirle ver ciertas cosas. Como esas oscuras nubes de tormenta que se cernían sobre la cabeza de su esposa y de Mark. Al salir por la puerta principal con Penny y Mark para ir al trabajo, Zoren tuvo que detenerse.

—¿Está todo bien? —preguntó, observando cómo Penny y Mark asentían. —Pero siento que no está bien.

Penny sonrió impotente, suspirando. —Está bien, Renren. No te preocupes por mí. Estoy bien.

—Por favor, no te preocupes —añadió Mark en el mismo tono sombrío de Penny—. También estoy bien.

Habiendo dicho eso, los dos continuaron caminando hacia sus coches para dirigirse al trabajo. Zoren, por otro lado, permaneció de pie en el mismo lugar e inclinó la cabeza hacia un lado.

—¿Esto es sobre la reunión?