—Creo que está justo aquí… —tarareó Patricia suavemente mientras se inclinaba, hurgando en el escritorio de su padre—. Tantos papeles…
Patricia se sentía fácilmente irritable, encontrando los papeles que necesitaba ver pero luchando por navegar entre los documentos innecesarios delante de ella.
—¿Qué es esto? —murmuró, revisando el documento que había llamado su atención—. Pago de liquidación por…
Sus cejas se levantaron al leer el monto en el documento.
—¿Qué? ¿Recibieron tanto dinero y congelaron mi cuenta? —exclamó.
Furiosa, Patricia pasó a revisar otros documentos, que en su mayoría eran pagos de liquidación por algunas de las deudas de la familia. Si alguien los contara, el total podría alcanzar los cien millones.
¡Cien millones!
Si tan solo supiera que su deuda era más grande que eso.