—Mmm... —Zhuang Qingning sujetó su manga y habló con vacilación—. Hermano Wencheng... ¿cómo te ha ido en la farmacia últimamente? Con todo lo que ocurre, no he tenido la oportunidad de preguntar o visitarte allí desde que empezaste a trabajar en la farmacia.
—Todo bien. El Doctor Wei es un hombre amable y Yuansheng es fácil de llevar. No para de decir que quiere ser mi alumno —Zhuang Wencheng respondió, ligeramente avergonzado—. Ni siquiera estoy completamente formado, ¿cómo podría aceptar un alumno? Así que no acepté.
—Sin embargo, veo que Yuansheng tiene ganas de aprender, y sí le enseñé algunas cosas. Yuansheng es listo y recuerda bien las hierbas medicinales, aprende más rápido de lo que yo lo hice a su edad. Tal vez en unos años, no le estaré enseñando, estaré aprendiendo junto a él.