—Entre todos los príncipes, eres tú quien más dolores de cabeza causa a la Emperatriz. Si ella está enfadada conmigo por algo, al verte, probablemente solo pensaría en culparte a ti y se olvidaría de mí. —respondió Chu Jinnian.
—¡Maldito seas, Chu Jinnian, realmente estás tramando algo! —exclamó Chu Yunzhao—. ¡Ve por tu cuenta, yo no te acompañaré!
—¿Oh? —Chu Jinnian echó un vistazo a Chu Yunzhao—. ¿Está seguro el Cuarto Príncipe de que no me acompañará?
—Si la Emperatriz ha invitado a otros, debe haber otras mujeres acompañando nuestra visita...
—Si van a estar presentes otras mujeres, ¿por qué no podría estar la familia Luo?
—Además, dado que ya han planeado encontrarse con la Emperatriz, nunca es imposible encontrar una excusa para invitar a la familia Luo. Aunque la Emperatriz preste mucha atención, no puede retenerlos para siempre, siempre habrá oportunidades.