—Lin Zhixuan tenía una expresión adorable y en blanco en su carita mientras miraba a su papá y luego a su hermano mayor.
—Le pareció gracioso, se cubrió la boca pequeña y se rió en silencio.
—Lin Qingshan no estaba sordo; podía escuchar lo que decía su hijo mayor.
—Lo miró de reojo con sus ojos —¿Crees que tu papá parece dueño de una fábrica de relojes?
—¡Quién no querría un reloj!
—Yo mismo no tengo uno, y sin embargo, este niño se atreve a pensarlo, eso es audaz.
—Lin Zhicheng se sorprendió por un momento, bajó la cabeza y soltó un suspiro profundo.
—...No realmente.
—Después de terminar sus palabras, apretó los labios, añadiendo —Pareces más bien un criador de cerdos.
—Los ojos de Lin Qingshan se agrandaron mientras se sorprendía de risa.
—Extendió la mano para darle una palmadita ligera a Lin Zhicheng en la parte trasera de la cabeza —¿Qué tiene de malo criar cerdos, te atreves a menospreciar a los criadores de cerdos?