Si Linghe hacía algo perjudicial para Xiyun, sería equivalente a traición. Tal acto llevaría a la exterminación de los Nueve Clanes, y el crimen sería imperdonable.
Como la familia maternal de Linghe, la Mansión del Príncipe Pingjun sería de hecho la primera en sufrir.
Xiao Changyi también esperaba estar pensando demasiado, y así el asunto fue dejado de lado, ni él ni An Jing pensaron o hablaron de ello nuevamente.
Tan pronto como Xiao Changyi colocó el papel blanco en la estantería, se preparó para guisar un tazón de nido de pájaro para que An Jing comiera, el cual habían traído de la Capital Imperial. Trajeron bastante, suficiente para que An Jing consumiera por bastante tiempo.
Sintiéndose aburrido de estar solo, An Jing acompañó a Xiao Changyi a la cocina.
Pero justo cuando ambos entraron en la cocina, escucharon el lamento de la Señora Pan Fan: "¡An Jing! ¡Xiao Changyi! ¡Devuélvanme a mi hijo! ¡Mi hijo! ¡Ustedes dos villanos desalmados, devuélvanme a mi hijo!"