La voz de Yu Daming se volvió más suave mientras hablaba, y al final, era casi inaudible.
Wang Youbao escuchaba, furioso, y maldijo enojado —Crees, piensas, siempre asumiendo, ¿tienes idea de que casi la matas? Usualmente, dejo pasar tu presunción por tu lealtad, pero ahora, realmente no me tomas en serio como tu maestro. Si dejo pasar esto, no solo no podría perdonarme a mí mismo, sino que solo de pensar en ella permaneciendo en la Puerta del Infierno durante cuatro días, ¡no te dejaré escapar! Vuelve y acepta tu castigo. ¡Cuando te golpeen hasta la muerte, ahí podrán parar!
Ya que el contrato de servidumbre de Yu Daming estaba en manos de Wang Youbao, la vida de Yu Daming pertenecía a Wang Youbao, y aunque Wang Youbao golpeara a Yu Daming hasta matarlo, no sería responsable.
—Joven Maestro, por favor perdóname esta vez, te lo ruego, Joven Maestro... —Yu Daming seguía golpeando el suelo con la frente ante Wang Youbao sin parar.
Pero Wang Youbao permanecía inmutable.