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No solo se benefició el Rey Serpiente, sino que He Tiantian también obtuvo ganancias significativas.
No era solo en términos materiales, sino también espiritualmente.
—Entonces este viaje al País M ha valido la pena —dijo He Tiantian con una sonrisa—. Si hay una oportunidad en el futuro, te llevaré a visitar algunas montañas y ríos famosos; quizás inspire tu cultivo.
—¡Eso sería genial! —asintió el Rey Serpiente.
Pensando en los recientes eventos involucrando a su abuela, He Tiantian preguntó:
—Rey Serpiente, recientemente los hijastros e hijastras de mi abuela han estado difamándola para lograr sus objetivos. Esos payasos no son de temer, pero quiero saber, ¿podrían hacerle daño a mi abuela?
El Rey Serpiente se burló y dijo:
—Por favor, no seas tan ingenua, He Tiantian. Tu abuela es mucho más formidable de lo que imaginas; deberías disfrutar simplemente de este parentesco.