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El tiempo voló y, antes de que me diera cuenta, había llegado el duodécimo mes lunar.
El duodécimo mes lunar era el más frío, pero también el más animado del año.
Porque habían recibido dinero, grano y mucha carne, las festividades se llevaban a cabo en el pueblo cada dos días, y personas como el Jefe del Pueblo Qi y He Jingyu realmente pasaban comiendo de una casa a otra.
He Tiantian estaba preocupada por el Rey Serpiente; había pasado un mes desde que había hecho contacto con el Rey Serpiente y no se atrevía a convocarlo, por miedo a perturbar su cultivo.
Ese día, el trabajador postal vino a entregar correo.
He Tiantian recibió una carta de Qi Xiaoyan y dos paquetes de Yanjing.
Uno fue preparado por Qi Shuliang para la Tercera Abuela Qi, y el otro era de Bai Qiongyu para la familia de He Tiantian.
Dentro había chaquetas gruesas y calientes.
Sin embargo, la carta que más quería recibir no estaba entre ellas.