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El Rey Serpiente alzó la cabeza, algo desconcertado, contemplando el cielo estrellado.
Sin embargo, su cuerpo le dolía demasiado y quería descansar por un tiempo.
Justo cuando el Rey Serpiente estaba a punto de bajar, la voz de Huo Yingjie resonó.
—¡Abre la boca! —La voz de Huo Yingjie sonó de repente en el oído del Rey Serpiente.
El Rey Serpiente se sobresaltó, luego entendió que Huo Yingjie iba a ayudarlo.
—Tiantian, espérame abajo y no te vayas a ningún lado —dijo Huo Yingjie—. Pequeña Tortuga Giratoria, cuida de Tiantian.
—¡Sí, maestro! —La Pequeña Tortuga Giratoria asintió repetidamente, asegurando que podría completar la tarea.
—Hermano Yingjie, ten cuidado y asegura tu seguridad —expresó He Tiantian con preocupación. El Rey Serpiente había superado con éxito la Tribulación Celestial; a continuación, era el turno de Hermano Yingjie.
Huo Yingjie giró la cabeza, sonrió y dijo, —No te preocupes, solo espérame.