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—¡Sabía que no sería tan fácil!
Li Yuanyuan, al escuchar la renuencia de He Tiantian a ayudar, no se desanimó y continuó —Tiantian, estoy en Barranco de la Cabra, demasiado lejos para pasar. ¿Podrías prestarme algunos materiales, por favor? Te lo suplico, Tiantian, ¡por favor sálvame!
Después de terminar su súplica, Li Yuanyuan en realidad se arrodilló en el suelo.
He Tiantian retrocedió dos pasos mientras Wang Shuping, temiendo que su hija pudiera caer, rápidamente fue a sostenerla. Una vez que su hija estuvo estable, se volvió para ayudar a Li Yuanyuan a levantarse, diciendo —Levántate rápido, ¿a qué viene esto de arrodillarse? Es como si la estuviéramos acosando.
—Por favor, Tiantian, préstame los libros y materiales. Me enteré de que alguien en tu familia te envió materiales —dijo Zhou Yuanyuan, su voz suplicante ahora más desesperada que antes.